Cuando decides hacerle frente a lo que sientes, ya no hay vuelta atrás.
Si bien siento que soy mar, también me sostienen mis raíces y mis ramas. Hoy te quiero compartir un juego de palabras que me ha hecho mucho sentido y que me recuerda que todo, todo, todo en la vida está creativa y mágicamente conectado.
Cuando leí mi cuadro de Human Design sentí que por fin había encontrado algo que me describiera tal y cómo me había sentido en la vida. Mi tipo es Proyector con autoridad emocional. Ahí entendí todo. Sentí alivio.
La autoridad es la brújula interna que indica si algo es lo suficientemente saludable, satisfactorio y emocionante para invertir mi energía, o no. Te indica hacia a dónde navegar. A partir de este descubrimiento empecé a poner más atención y a dejar de impedir que algo saliera o se moviera. Dejé de retenerme y de intentar eliminar partes de mi que me hacen ser quien soy.
Ola emocional
El chakra Manipura, también conocido como chakra del plexo solar, se encuentra en la zona del abdomen, y se relaciona con la voluntad, la autoconfianza y la capacidad para llevar a cabo nuestros propósitos. Es el centro motor y de conciencia, la ola emocional.
Este chakra es el que rige la forma en la que nos acercamos al mundo e interactuamos con él y con los demás. Su energía contribuye a que alcancemos la madurez emocional y a hacernos cargo de nuestros actos.
Mucho tiempo retuve las emociones que me pedían salir, y cuando me sentía ahogada en mí iba al mar, porque sentía que él me escuchaba y me comprendía.
El mantra de este chakra es RAM que significa:
Luz dentro de mí
Luz en mi corazón
El "yo" más puro
Se cree, y creo porque lo he experimentado, que este mantra limpia, equilibra y fortalece la energía.
MAR al revés es RAM y tiene las mismas palabras que AMAR y que RAMAS.
Este juego de palabras me inspiró en este poema, e intenté plasmarlo en acuarelas:
Latente
Amar es hacer crecer tus ramas, para abrazarte, para sostener tus frutos antes de que se caigan. Somos agua en un contenedor perfecto para retenerla y para sacarla cuantas veces se quiera. Ríos de sangre corren por nuestras venas. El volcán en el centro que los bombea. Somos agua. Somos vida. Somos la naturaleza misma.
Aprendiendo a~mar
El corazón es ese volcán que alimenta y da ritmo a la tierra. Es rocoso porque es resistente. El volcán representa el poder y la renovación. Esa fuerza interior que todos tenemos, y nos recuerda que somos mucho más fuertes y resilientes de lo que creemos. Representa también el desafío hacia arriba que es la vida.
Las ramas que son nuestras venas por donde corre nuestro gozo, nuestra dicha y también nuestras penas. Por donde recorre la tierra y la lava que tarde o temprano se libera.
Las ramas son nuestros brazos, la quima y el tronco de nuestro árbol. Las ramas son todas aquellas mujeres, hombres, niños y niñas de nuestros antepasados.
“Toda la vida comienza con un corazón, con un pulso, con una vibración. Nos dicen nuestros antepasados que todo tiene un corazón. Desde el más pequeño átomo hasta la más lejana estrella, toda vida en nuestro Universo posee un corazón que pulsa. La tierra pulsa, el ciclo pulsa, vibra, danza.
[…]Cuando la palabra y pensamiento se une en una sola vibración, la materia toma forma y surge un nuevo corazón, y cuando deja de latir, la vida cesa, se detiene”.
Escribiendo la historia, Laura Esquivel.
Hoy abrazo mis olas, aprendo a navegarlas. Hoy sé cómo honrarlas y me permito nadarlas. Hoy abrazo a mi volcán para mantener la llama encendida, esa que me ilumina para crear vida.
~Mon