Me pregunto. La mayoría de las veces no tengo todas las respuestas. Y creo que está bien no tenerlas, porque entonces, ¿qué sentido tiene la experiencia...
la experiencia de nadar profundo si uno ya sabe cómo llegar? Soy naufrago de mi propio mar, de un mar en su mayoría desconocido. Exploradora de sus olas, en plena tormenta y a deshoras.
Soy mar que espera al río y río que busca siempre al mar. Una fusión de aguas, de temperaturas, de lo dulce con la sal.
Las anclas: heridas y bloqueos. La invitación constante de ir a nadar. El latente miedo a ahogarme en mí, en mis mares.
El mar de emociones que me recorre el cuerpo. Las olas golpean en cada intento sobre las rocas y el firmamento.
Las observo y sin pensarlo, dejo que me rompan.
Soy mar. Él vive en mi, me lleva a todas partes a cualquier país.
Me invita, me jala, me regresa, me baña. Su intención es limpiarme de adentro hacia afuera con el propósito de sanarme.
Soy mar en calma y a veces rugiente, infinito y eterno. Imponente, abundante. Simplemente bello.
Soy mar en reposo y bravo ante una tormenta. Se esconden en mí criaturas, las menos conocidas y las más bellas.
Soy mar porque viene y va. Siempre permanece Nunca se va.
Soy mar porque lo que no es mío lo regreso a la orilla, con movimiento sutil y sin prisas.
Soy mar porque tengo polvo dorado. Mi voz es sonido que a veces calma, otras estremece, pero da paz. Siempre.
Soy como el mar y su eternidad con principio pero sin final.
¿Por qué el mar siempre me llama? ¿Por qué regreso a este mar?
La playa, el mar y su agua salada que me sana. El sol y el olor a bloqueador, me hacen sentir en mood vacación.
La comida de casa hecha por mi madre, las picadas de Doña Clara o de Doña Flor. Lo que sea, pero que tenga sazón.
Veracruz, el rinconcito de mi corazón, que cuando se llenó de dolor, el mar siempre me rescató golpeando sus olas sobre mí con la intención de sanar.
El mar. El mar, siempre mi hogar.
~Mon 🌊
Hermoso 🌊😍