2025 está siendo intenso. Desde hace años se nos fue advirtiendo y el universo nos ha dado oportunidades más sutiles para hacernos cargo de lo que ignoramos por mucho tiempo. Ya no hay más, este es un mandato divino, y con esto me refiero a una misión o propósito que trasciende lo personal, algo que parece venir de una fuente superior, como si el universo o la vida nos estuviera llamando a hacer o ser algo específico. No necesariamente en un sentido religioso, sino más bien espiritual, como esa sensación interna, poderosa y clara, de que esto es lo que tienes que hacer, aunque no siempre quieras ni entiendas el porqué.
También lo relaciono con el compromiso que sentimos cuando algo resuena tan profundamente con nuestra esencia que no podemos ignorarlo. Como si hubiera una fuerza invisible empujándonos a actuar, aunque a veces dé miedo o vaya en contra de lo que esperábamos.
El Monday anterior te compartí lo que pasa con unos de mis pies y que me impide caminar normal. Son de esas cosas que la medicina no se explica, y mientras, recurro a otras alternativas.
Este episodio me ayudó a entender porqué enero empezó con caos, en mi caso, con temas físicos y corporales, los cuales son el reflejo de que hay en mi interior emociones y creencias que me están pidiendo atención y cuidado.
Hoy te quiero hablar de cómo serpentear la vida, y cómo desde los primeros días de este año se me ha invitado de manera contundente e inevitable a soltar el control y a dejarme llevar.
Cuando el cuerpo no quiere
Cuando el cuerpo se resiste, se paraliza, te obliga a detenerte… simplemente no cede. No, no es la primera vez que pasa esto. Mi cuerpo me dice: “Otra vez, vas muy rápido ”.
Serpentear la vida 🐍
Si bien es hermoso soñar y planear los pasos que te acerquen hacia la vida que quieres habitar, a veces la vida con su sabiduría te regala lecciones más retadoras que aprender. Y no es que conspire en tu contra y te diga que no lo vas a lograr, pero ella tiene reservado procesos, en su mayoría internos, antes de materializar lo que envisionas o quieres materializar. No por casualidad es el año de la serpiente: un símbolo de transformación, renacimiento y crecimiento profundo (sí, aun más profundo).
La vida me invita a ser más paciente. Y esto no se trata de dejar de trabajar o crear, si no de reconectar con mi propósito y redireccionar.
Siempre le he temido a las serpientes. Pocas veces he visto o tocado una, y las veces que lo he hecho han estado muertas o dentro de una caja de cristal. Incluso verlas en fotos o en pantallas me eriza la piel. Quizá mi miedo—o fobia—no sea tanto a la serpiente en sí, sino a la sensación que despierta en mí, como si, de alguna forma, rechazara sentir algo que para mi representa peligro o que vaya a matarme.
La serpiente todo el tiempo está en contacto con la tierra, y yo llevo tiempo queriendo hacer tierra. Llevo tiempo buscando enraizarme de verdad, pero sin sentir que pierdo mi esencia libre, mi capacidad de crear y reinventarme.
La serpiente tiene oídos internos, y yo a los 3 años perdí la capacidad de escuchar en el oído izquierdo. Desde entonces, mi manera de percibir el mundo ha sido distinta. Quizá, como la serpiente, estoy llamada a sentir más allá del sonido. A escuchar de otra manera. A confiar en la vibración de mi cuerpo y de lo que me rodea en lugar de lo que solo puedo oír.
Arrastrarse es la única forma que tiene la serpiente para conectarse con los cambios que surgirán. Ella sabe mucho antes lo que pasará porque la tierra se lo hace sentir. Su cuerpo es el termómetro de hacia dónde necesita moverse o si en realidad lo tiene que hacer.
La serpiente muda su piel y tal vez yo tengo que mudar la mía; y eso me aterra.
Aprendizajes de enero
Una vez mi suegra me dijo: “Nuestros más grandes miedos también son nuestros más grandes sueños”, y al escuchar esto me hizo cuestionarme lo siguiente:
¿Tengo tanto miedo porque realmente lo quiero?
¿Tengo miedo a cambiar tanto que ni yo misma me pueda reconocer? ¿Perder mi identidad y no saber como encarnar una nueva?
¿A qué me está invitando este miedo?
Me puse a escribir todos esos sueños y el miedo que se escondía detrás, ese mismo miedo que los mantenía como sueños y no los dejaba convertirse en realidad.
“Mi miedo es directamente proporcional al deseo de mi sueño que mi alma ha elegido encarnar”.
Cuanto más grande es el sueño, más grande es el miedo, porque está alineado con un propósito profundo. Es como si el miedo no fuera solo una barrera, sino también un indicador de que estamos frente a algo significativo para nuestra alma. Es una invitación, una oportunidad de crecer y de enfrentar lo necesario.
Así como elijo creer que mi oído izquierdo está ahí para escuchar a los susurros de mi alma, elijo creer que el dolor en mi pie y su resistencia a moverse se debe a que le están creciendo raíces, preparándose para plantarse en una nueva tierra que le permita florecer. Unos nuevos pies que me permitan estar en contacto con esa tierra y sentirla para escuchar a través de mi cuerpo y y así honrar mi naturaleza.
Serpentear la vida no es rendirse, es confiar. Es saber que cada movimiento, por más lento que parezca, me está llevando a donde realmente necesito estar, y no exactamente hacia donde quiero ir.
~Mon ✨
Es curioso cómo todo lo que te he compartido ha sucedido mientras lanzamos Círculo Creactivo. Este espacio nació de una profunda necesidad de ir más despacio, de frenar el acelerado ritmo del día a día para poder escucharnos, reconectar con nosotras mismas y con esa esencia creativa que muchas veces se ahoga en medio de la rutina.
Círculo Creactivo es un recordatorio de que es posible vivir y crear desde un lugar de calma y de conexión genuina, sin presiones ni expectativas ajenas. Al abrir este círculo, @Ericka y yo sembramos la intención de que todas podamos encontrar ese lugar en donde la creación se convierte en un acto de amor y de encuentro interior, respetando nuestra propia naturaleza.
Me siento profundamente emocionada por todo lo que ya estamos sembrando juntas en este espacio, y es un honor que tú también formes parte de este viaje de reconexión y expansión creativa.
Lee los Mondays de enero:
Mutatis mutandis
Cada domingo después de mi rutina mañanera y de compartir desayuno con mi pareja, escribo este Monday. Hoy ha sido diferente. Lo he postergado hasta la tarde, curioso, estoy a días de menstruar y leyendo un libro que me está moviendo todo y sacando algunas olas del mar que llevo dentro.
Los sueños: la liberación del cuerpo
¿Alguna vez te has preguntado qué pasa con nuestro cuerpo cuando soñamos? Para mí, los sueños son ese lugar mágico donde la lógica terrenal se toma un descanso. Es como si nos dieran permiso de conectar con nuestras emociones, deseos y miedos más profundos. Los sueños no llegan porque sí; siempre están conectados a lo que estamos transitando. Son como u…
Me puedo identificar con varias de las cosas que compartes aquí. Te abrazo. Dentro de la paciencia también hay avance. Que te recuperes pronto de tus malestares físicos.