Renunciar para elegirte
Llega ese momento de la vida que te das cuenta que te estás escondiendo, que estás esperando el momento ideal o perfecto para tomar esa decisión que te está consumiendo.
Sabes que aunque nunca vas a saberlo todo, también sabes que buscar en otros lugares lo que siempre se sabe causa sufrimiento. Buscar afuera lo que ya llevas dentro es un laberinto sin salida, pero ¿Quién te dijo que tenías que entrar a ese laberinto?
Transitarlo me llevó a otro lugar diferente, me ha enseñado a agradecer lo que tengo en el momento presente, pero para poder «agradecer de verdad» primero hay que aceptar y aunque casi nada es lineal hay pasos que no te puedes saltar, y antes de esos pasos muchos otros que vienen a enseñarte el camino de vuelta.
A veces la vida te la pone fácil para que veas que sí se puede, que todo puede ir a tu favor si te lo crees y porque simplemente te lo mereces, pero tal vez ese camino fácil no es el que quieres, y entonces es más difícil soltar porque no tienes de donde agarrar.
Renunciar aunque todo vaya bien no tiene una explicación lógica para la mente, pero cuando no es para ti simplemente se siente. Renunciar a todas esas decisiones que te prometiste porque te diste cuenta que en lugar de acercarte más a lo que de verdad te llama, te aleja.
Renunciar a las expectativas que tenías de ti misma porque estaban equívocas. Renunciar a los juicios, al qué dirán y a la vida que estabas construyendo para colaborar con tu propósito.
No, no tengo todas las respuestas ni me gustaría tenerlas porque si no ¿qué sigue? Tengo muchas dudas, pero no en esto, también tengo la certeza que acompaña a mis metas y a mis sueños.
«Hacerlo ahora porque a veces el “después” se convierte en muchos mañanas».
Estoy diseñando nueva ropa, una que se sienta más simple, más cómoda, más fresca y más ligera, una que vaya con la Monse de ahora, simplemente que se sienta.
Cuando hacemos las cosas “por mientras” suelen quedarse así por mucho tiempo.
Renunciar para elegirte nunca será un fracaso, siempre valdrá todo incluso la pena.