Nuestras formas de amar no siempre son iguales, y está bien.
Decir lo que pensamos a veces no da las respuestas que esperamos
Pensar que la persona que está a mi lado me tiene que querer como yo quiero, es una de las muchas razones por las que nos sentimos heridos. Y no tan solo pensarlo, sino también esperarlo cuando no lo comunicamos.
Decir cómo queremos ser amados no obliga a la otra persona a hacerlo de esa manera.
Pero el amor es más que amor, es trabajo duro y diario, es cuidado, respeto, compromiso, dedicación, pero sobre todo libertad porque el amor solo así puede expandirse.
No sé qué significado tiene para ti esta palabra. Pero he aprendido que libertad no es sólo poder ser yo, sino amar al otro tal y como es, sin cambiarlo a como yo quiero que sea para sentirme más querida y más amada.
He aprendido que la libertad es igual a responsabilidad y empieza en mi y termina conmigo, con nadie más.
Creer que alguien nos cambia la vida
En realidad nadie tiene el poder para hacer eso aunque así lo pensemos. Quien tiene el poder eres tú, quien decide cambiarla, dar mucho o poco, todo o nada, eres tú. Y el aceptar dar y recibir amor en un lenguaje diferente al tuyo, no es garantía.
¿Darle tu espacio en tu corazón no basta? Además, ¿quieres darle la gran responsabilidad de que te cambie la vida?.
El amor no es depositar todo en el otro, sino compartirlo y vivirlo juntos. Tampoco es: “si tu me das, yo te doy y si me quitas yo también”. No es una competencia sino una convivencia, y mejor si es sana, si no ¿para qué?.
Estar disponible para dar y recibir
“No puedes dar lo que no te das”.
“No puedes amar al otro si no te amas primero a ti”.
Otra gran mentira, al menos para mi, porque el amor también llega a enseñarte cómo amarte a ti mismo. Porque es más fácil pedir, ver lo de fuera y solo abrir los brazos y esperar a que venga. Pero el amor no siempre espera.
El amor es orgánico, natural y expansivo. Crece pero también se transforma, y el que no se sienta como al inicio no quiere decir que se haya ido, solo que los humanos buscamos adrenalina y emoción, y eso no se encuentra en otra persona ni en ir de relación en relación, eso se lleva dentro y cultivarlo es nuestra decisión.
No depender ayuda a florecer
Basar tu felicidad, tranquilidad y estabilidad en algo o alguien solo causa dolor. Hay una voz que te susurra pero no la escuchas por todos los miedos que tienes en tu cabeza. Miedo a tu versión sin esa persona, a todo lo que no ves que puedes lograr, a imaginar tu vida sin ella, y un montón de escenarios más.
Saber que amarás a esa persona incluso cuando no estén juntos y que estarás bien o incluso mejor, es lo único que te puedes llevar.
Y amarte a ti, tu casa, la que nunca dejarás aunque te mudes muchas más.
Te amo. Nos amo. Me amo.
Y cierro con esto: si una persona no te ama como tu quieres que te amen o al revés, no significan que no puedan construir algo bonito y duradero. En eso consiste el amor, en deconstruirte para aprender amar más y mejor (si es lo que quieres). Pero aunque ames mucho a esa persona, ámate más a ti. Siempre.