Eres una mujer hermosa, muy valiente e inteligente, con carácter pero también eres muy dura contigo misma, el orgullo te ha alejado de sentir, de ver y de vivir la vida de mejor manera.
El rencor también te ha hecho ir por la vida con un cascarón que solo tú puedes romper. No te conozco, pero te has compartido en los momentos más vulnerables y dolorosos y eso para mi es suficiente para ver lo que hay en ese corazón que tanto has escondido.
El amor no es como lo has vivido, ni mucho menos lo que has visto y oído, a veces nos sorprendemos de la paz, de la calma y la libertad que existe en el amor verdadero, y este está en cada uno de nosotros, lo tenemos dentro, no está en alguien que debe venir a “salvarnos” y a completarnos.
Mujer: estás completa solo que a veces en el camino perdemos nuestras piezas y lo que hace falta es estar presentes y tomar consciencia, aprender a nadar para ir hasta la profundidad y con tus propias manos armarte pero no porque estés rota, sé que así te sientes pero no lo estás. Sólo estás perdida en el dolor, en el enojo, en el rencor y en el orgullo, y aunque intentes salir de allí si no te tomas fuerte de la mano nadie te va a poder sacar de allí.
Sabes que no estás sola pero te sientes más sola que nunca.
La única forma de sanarte es aprender a amarte, y la única forma de brillar en tu presente es voltear a tu pasado, hacerte responsable y sanarlo.
No hay de otra, en esta ocasión no. Puedes escapar de todo y de todos menos de ti misma y de tu historia.
Sé que puedes, que tienes todo para hacerlo, pero hay cosas que te nublan y no puedes ver ni reconocer todo lo que eres capaz de hacer.
Oro por ti, por tu corazón. Oro para que algún día logres verte con los ojos con los que te ven los demás para que te des cuenta de toda la vida, el gozo y la dicha que estás dejando pasar.
Mujer: aquí estás. Ten fe en ti y en todo lo que puedes lograr. Empieza a darte paso y camina hacia la vida que con los brazos abiertos te está esperando.
Te quiero*