¡Me caso!
Y para siempre...
No te cases con creencias, con historias, con otras opiniones ni con una sola perspectiva porque sólo dan limitaciones.
Cásate con tus ideas, con tu inspiración, con lo que te haga mover el corazón. Con trabajos y proyectos que impulsen tus dones y talentos. Cásate con tus sueños, intenta la incomodidad que te permita avanzar y te regale retos.
Cásate contigo. Celebra, baila, regálate flores, vístete de blanco, vístete de largo. Ponte el compromiso en el dedo, en el cuello o en los zapatos pero siempre tráelo puesto.
Porque el compromiso da resultados. Es la valentía de nuestras intenciones. La acción que habla más que las palabras que nos decimos. Es hacer lo que te prometiste a ti mismo a pesar de que todo esté jodido.
El compromiso te cambia para hacerte libre sin pedirte permiso. Dí que sí, todos los días. Métete en tus propias promesas para asegurarte de cumplirlas.
Cásate contigo. Hoy, mañana, siempre. Prometete amor eterno, cuidarte en la salud y en la enfermedad, respetarte todos los días en esta vida para que las próximas sean mejores construidas.
Yo me caso con la mujer que veo hoy en el espejo mientras le prometo todo esto.