Me sigue asombrando cómo cada año se vuelve más desafiante y retador. Es como si jugaras Mario Bros. El videojuego no es el mismo en 1999, que en 2010 y que ahora en 2024.
Mario, el personaje, sigue siendo el mismo: el protagonista. Solo que ahora ya no salta sobre tortuguitas y sube bloques grises. Hoy, Mario enfrenta otro tipo de experiencias y obstáculos que requieren habilidades más potentes y decisiones más alineadas. Con cada nuevo nivel, Mario obtiene más poder, más herramientas, más experiencia.
Así es cada año para mí: desbloquear un nivel, crecer y atravesar nuevos desafíos con la confianza de que lo que parece más difícil es solo una invitación para creer y ser. Pregúntate: ¿A qué me está invitando la vida?
Cada reto te convierte en una jugadora más sabia, y cada nivel tiene algo nuevo por descubrir. Siempre hay algo más por aprender, algo más por explorar.
3 preguntas para abrir puertas
🙏🏼 ¿Qué agradezco al 2024 por haberte mostrado?
Al 2024 le agradezco por mostrarme que…
Nada es tan difícil como parece.
Dios siempre me sostiene y me sorprende con milagros más grande de los que imaginé.
No soy culpable de mis errores, si no aprendiz de mis decisiones.
Hacerme cargo es el acto más valiente y revolucionario que puedo hacer.
Cada quien tiene su tiempo, su momento y su proceso. Respetarlo es un acto de amor.
No hay que intervenir sino acompañar.
El bienestar lo es todo.
La amistad es tan distinta y diversa a lo que pensaba.
Tengo más amigas de las que creí.
Los vacíos no se llenan. Se sienten, se habitan y se aprenden a disfrutar.
El amor es una decisión llena de responsabilidad.
La muerte es la transmutación de la vida y la transición a algo más allá de lo que puedo comprender.
La certeza está llena de fe y amor. Siempre, siempre, viene acompañada de Dios.
Quejarse y victimizarse resta poder y luz. Mata la esencia.
El cuerpo es sabio y sabe lo que quiere, que si lo rindo a mi alma y a mi espíritu se convierte en imán de milagros.
Que la vida es un tributo al alma.
🏅 ¿Qué logro por más pequeño que parezca te enorgullece profundamente?
Decidir escuchar(me) y ser valiente al aceptar mis deseos, sueños y mi voz auténtica.
Decidir cambiar mi narrativa, bajar barreras, desatar creencias e historias que no eran mías ni me pertenecían, que fueron implantadas como la hierba que invade el jardín y no deja florecer mi esencia.
Decidir que mi pasado no define mi futuro, que las historias se repiten si lo elijo.
Decidir romperme en el proceso para reconstruirme en el camino.
Decidir cortar cada idea, pensamiento o creencia que me ate al sufrimiento y al sacrificio.
Decidir respirar y ser paciente, primero conmigo: con mis heridas, con mis dolores, con mis sombras, con mi historia; y entonces, ser paciente con quienes me rodean.
Decidir vivir diferente, desde el amor, marcando raya para delimitar mi terreno y no sentirme invadida.
Decidir confiar en mi, en mi cuerpo, en mi corazón; en la vida, en personas nuevas.
Decidir confiar en mi poder y en mi capacidad para decidir desde el corazón, sin dejarme perder en el camino.
Decidir aceptar no saber y la incertidumbre del minuto siguiente.
Decidir aceptar los miedos y las posibilidades, caminar aunque me tiemblen las piernas y el corazón se quiera salir de los nervios.
Decidir escribir, mirarme al espejo y sentirme valiosa por quien soy y no por lo que hago o tengo.
Decidir defenderme, ser vulnerable con aquellos que son lugar seguro.
Decidir aun con miedo, aun con dudas, aun con desconocimiento.
Decidir es el mayor logro que me enorgullece profundamente porque parece algo sencillo y fácil, a veces obligado, pero para mí ha sido la llave hacia la puerta de infinitas posibilidades; la llave hacia la puerta de mi libertad.
2024 te agradezco por haberme mostrado un amor distinto y ser tierra fértil para nutrirlo.
✍🏼 Si este año tuviera un título, ¿Cuál sería?
Esta foto me encanta porque la tomé en el reflejo de Vessel, ese edificio que, en su geometría infinita, me hizo sentir tan chiquita ante la etiqueta de Nueva York. Una ciudad que me rodeó con su inmensidad, como si todo fuera más grande que yo, más grande que mis sueños y mis deseos. Pero, al mismo tiempo, allí, frente a ese reflejo, algo en mi interior se expandió. Sentí que ese lugar que solo había visto a través de pantallas y películas, me abrazaba. En ese momento, me sentí tan grande como la oportunidad de estar ahí, de ser testigo de ese instante que me pertenecía. Cada vez que me siento “chiquita” veo esta foto.
Para cada una de nosotras, el 2024 fue un año desafiante, lleno de altibajos, aprendizajes y momentos que nos llevaron a lo más profundo. Sin importar cómo hayas vivido este año, con sus luces y sombras, quiero recordarte algo: estás aquí. Has llegado al final de este ciclo, con toda la fuerza, la vulnerabilidad y el coraje que eso implica. Eso, es un milagro. Tú eres el milagro. Cada paso que diste, incluso cuando sentiste que no podías más, te trajo hasta esta versión.
Gracias por estar aquí, por sostenerte y por seguir avanzando. Que la puerta que decidas abrir hoy sea una invitación para seguir creciendo y floreciendo, siempre desde la luz que llevas dentro. 🚪✨
Este MonDay salió de Tiempo de cosecha una guía de escritura que puedes descargar gratis. Esta herramienta es resultado de @circulo.creactivo, un nuevo espacio que estoy creando en colaboración con Ericka, una mujer mágica que llegó a mi vida para sembrar juntas una semilla llena de propósito y creatividad. Pronto te estaré compartiendo más.
Así se han sentido quienes han conectado con su corazón a través de la guía. Gracias por compartir.
~Mon ✨
¿Existe una mejor versión?
Hace tres años me topé con Mi mejor versión podcast de Isa García, después vino un nuevo trabajo en una empresa que quería llegar a ser su mejor versión, y hace poco recibí a mis 30´s con la consciencia de que lo que hacía estaba encaminándome a lograr mi mejor versión.