Hace unos días di el último taller del año Escribir para sanar: despidiendo al 2023, y me pongo a pensar que en diciembre del 2022 ni siquiera me pasaba por mi mente lo que iba a lograr este año. Todas las decisiones que he tomado, incluso las que brotaron aparentemente de la nada para darle voz a lo que realmente me movía, me han dado el regalo más bonito.
Las ventajas de las ventanas
Mientras hacía mis apuntes para este taller, cometí un “error”, en lugar de escribir la palabra ventajas puse ventanas y literalmente fue una aha moment que me hizo ver un panorama distinto.
Cuando estamos construyendo, ya sea nuestra vida, nuestros sueños, una relación, un negocio, una nueva identidad o una nueva versión de nosotras mismas, es natural enfocarse tanto en nuestros deseos que a veces se nos pasa mirar por la ventana, ¡si es que la tenemos!, y si no, pues toca también construirla.
En meses pasados te he compartido que para mi tomar una decisión significa abrir una puerta, y para eso he aprendido a tomar al miedo de la mano para abrirlas con él. Ahora, siento que la vida me está invitando a abrir algunas ventanas y a crear otras, y más que miedo, siento emoción.
La sensación de vacío
¿Cuántas veces nos hemos llenado de cosas, situaciones o personas para llenar un vacío interno que pareciera que entre más lo intentamos llenar, más vacío se siente?
Resignificar es darle la vuelta a las cosas para ver la perspectiva que más te resuene y te haga sentido. Cambiar algunas palabras me ha salvado y me ha permitido abrir esa ventana para poder ver más allá de lo que estoy construyendo, ver las diferentes e infinitas posibilidades, y también a abrir el corazón.
Para mi el vacío es un espacio que no necesita ser llenado, necesita ser honrado para poder recibir con gozo y también para dejar ir con agradecimiento.
Se requiere valentía para soltar pero también para recibir.
Ponerle corazón
Hacer las cosas con el corazón es más bonito, es como un imán que permite que todo fluya mejor.
En julio, la librería El vitral ubicada en el puerto de Veracruz, me abrió sus puertas para impartir mi primer taller presencial: Escribir para sanar. ¡No me la creía! estaba tan emocionada y tan nerviosa, pero confié en Dios, en mis dones y me puse en manos del Universo.
Y justo cuando me decidí a trabajar por este sueño, todo empezó a cambiar. Fue como si al dar este primer paso hubiera pisado un botón que desbloqueó muchas cosas, y han ido llegando oportunidades, personas y experiencias que están alineadas a otros sueños.
Después de ese primer taller todo se ha ido expandiendo, conectar con personas que están dispuestas a sanar a través de la escritura ha sido un apapacho al corazón y al alma. Estoy tan agradecida por la confianza de las más de 50 personas que han asistido a mis talleres durante los últimos 6 meses, he aprendido tanto de ellas y de lo que han compartido.






Transmutar el dolor
Este año ha sido un caos emocional y también un año que me ha regalado mucho amor y magia. Hoy mi corazón se siente más contento, apapachado y expandido. En estos días de cierre, mi escritura ha estado enfocada en despedidas. En el último taller, compartí:
Muchas veces soltar no es cerrar o dejar atrás, simplemente es liberarte para seguir avanzando.
No significa que el dolor se corte de tajo o desaparezca el 01 de enero, pero resignificarlo y transmutarlo ayuda mucho a que veas por la ventana o a que la construyas. Y cierro con esto que escribí en estos días:
Todo el dolor que sentí en los últimos meses, decido transformarlo en energía para crear, una gasolina que me permita andar hacia cada uno de mis sueños y hacia la vida que quiero.
Hoy elijo transformar el dolor en belleza a través de mi, de mis creaciones, ya sea con mis poemas, talleres, podcasts o canciones.
Hoy decido y quiero transformar el dolor en impulso hacia una mejor versión de mi.
Todas esas lágrimas las transmuto en agua llena de nutrientes para cada una de las semillas que he elegido plantar con amor y con el deseo que siente mi corazón. Esas lágrimas riegan el terreno y lo hace cada vez más fuerte, más fértil, más firme. Esas lágrimas son abundancia y riqueza para cada una de las flores y plantas, para la vida que antes soñaba y que hoy se siente habitada.
Hoy me permito reconocer cada decisión valiente que me ha traído hasta aquí, porque detrás hay un montón de trabajo consciente y elegido con voluntad y amor.
🎶Qué bonito saber… que cada decisión tomada te lleva a los lugares y experiencias necesarias. La Monse chiquita se siente orgullosa de estar creando una vida más verde, más fértil, una que se sienta más de ella, más mía, más de nosotras.
Gracias por leerme y acompañarme durante estos meses. 🫂💫
-Mon
Que bello haber sido parte de uno de tus talleres, Mon ❤️ y ser testigo de tu proceso creativo! Siempre me da gusto leerte. Un abrazo!