El cuerpo sabe
El cuerpo te recuerda lo que se te ha olvidado, darle cariño, amarlo y cuidarlo.
El cuerpo te habla y entre tanto vaivén de la vida no lo escuchas hasta que se cansa de hablarte, entonces te lleva a la lucha, esa lucha a la que vas sola y que recuerdas cuando nadie más está contigo, esa que llevas acallando años por temor a afrontar, no por el dolor sino por lo que te puedas encontrar.
El cuerpo sabe, él es sabio y muchas veces lo subestimamos, es un vehículo que nos lleva a donde nosotros queramos, muchas veces le damos pastillas para ignorarlo y lo cedamos, y aunque parezca aliviado siempre con su sabiduría encontrará nuevamente el momento para recordártelo, una y otra vez y las veces que sean necesarias hasta que le des espacio.
No se trata solo de sentir y escucharlo, también de moverte y hacerte responsable para sanarlo.
El cuerpo sabe, escucha la voz silenciosa que ni siquiera te atreves a escuchar. Él sabe en dónde va a terminar, por eso con amor y con sutileza intenta comunicarse, entonces recurre a los dolores y molestias cuando ya se le está haciendo tarde.
El cuerpo sabe que no solo es cuerpo, vino a mostrarnos lo que hay que arreglar en nuestro presente lo pasado, y que su función va más allá de ser nuestro traje.
El cuerpo sabe que a través del dolor hay un montón de aprendizajes.