Hay transformaciones que se dan demasiado rápidas. No fáciles, pero sí rápidas, es como si te sacudieran el alma para ajustarla y reacomodarla, renunciar a lo que creías para liberarte y liberarla.
Todo llama, todo invita, todo guía. Pedir mensajes y señales que me hablen con claridad y sabiduría, y cuando lo vez tan claro no te queda más que rendirte con gratitud, aceptar, escuchar a tu espíritu y atender tu llamado.
Esta vez no tienes escapatoria, todo está revelado, está justo enfrente de ti esperando a ser conquistado.
Deja de huirte, has escapado de responsabilizarte de tu vida y de tus sueños, porque es mas fácil ponerse la camiseta que te dan que atreverte a poner la tuya. Pero esa camiseta te queda chica, por eso caminas por la vida media apretada, teniendo un closet lleno de prendas que te abrazan, ¿eliges vestirte sin gracia?
La vida te espera y tienes el poder de elegir si atreverte a vivirla más libre y más suelta o vestirte con la ropa apretada y darte la vuelta.
Crearse en plenitud o gozo empieza en ti, empieza en mi, y lo único por hacer es dejar sentir, soltar y fluir.
En el amor todo cabe, por eso siempre hay espacio y si lo haces desde el corazón todo se expande.
Ser consciente me permite que todo sea libre de ser como es, incluyéndome. No soy mejor que antes, he sido quien necesitaba ser para poder ser quien de verdad soy.