Si recién te has unido a mi Substack, bienvenido(a). Los temas sobre desarrollo personal me encantan, son el alimento que me nutre, me despierta, me hace ver la vida desde otra perspectiva y conectar conmigo misma.
He invertido muchas horas en podcasts, videos, libros, películas y cursos para aprender y sanar. Me absorbí tanto en ese camino que no había espacio para nada más. Me saturé de información y, sin darme cuenta, me perdí en el proceso.
Me enfrasqué tanto en mi propio crecimiento que en algún momento me desconecté del mundo.
“Tómatelo en serio, pero no tan en serio”.
Liz Gilbert
Recuerdo que cuando Rosa María enfermó. Le pedía a Dios que la sanara y no se la llevara. Hasta que, después de unos meses, algo en mí hizo clic: en lugar de pedir lo imposible, comencé a agradecer por tenerla un día más. Lo único que pedí entonces (y lo sigo haciendo) fue claridad y fortaleza para afrontar lo que venía.
La vida no consiste en evitar situaciones difíciles o dolorosas, sino en aprender las herramientas necesarias para enfrentarlas y superarlas de la mejor manera cuando se presenten.
Cuando empecé a tomar terapia, todo lo que consumía tenía un solo fin: sanarme. Me sentía culpable si veía algo que no contribuyera a mi crecimiento. Así viví durante algún tiempo, enfocada solo en mejorar, en ser la mejor versión de mí misma. Hasta que me di cuenta de que esa intensidad también necesitaba equilibrio.
Así que desde hace varios meses, decidí tomar un descanso, bajarle la intensidad y la cantidad para empezar a disfrutar de otras cosas por el simple placer de hacerlas. No se trata de eliminar todo lo que no te transforme, a veces solo se trata de reducir.
“Contenido basura”
Hace algunas semanas, empecé a ver La Casa de los Famosos México, un programa lo que muchos llamamos basura, para ser honesta me atrapó, y aunque no he aprendido algo trascendental, se convirtió en mi guilty pleasure.
La culpa, la pena y la vergüenza son sensaciones que vienen juntas y no tardaron en aparecer. Sentí juicio por parte de las personas que me cachaban viéndolo y eso alimentaba más la culpa. En las reuniones de trabajo o con amigos, comentaban del tema y me daba pena opinar porque se iban a enterar que veía ese programa.
Hasta que, durante mi práctica de escritura, pude hacer las pases con esas sensaciones. Algunas de las preguntas que me planté fueron:
¿Por qué me gusta este programa que no me nutre, me expande o me transforma?
¿Por qué siento pena si no estoy haciendo nada malo?
¿Por qué me da vergüenza compartir si todos hablan del tema?
La cultura mal entendida
La espiritualidad, la sanación y el despertar de consciencia son caminos que pueden ayudarte mucho, pero también pueden sabotearte. Estos procesos nos invitan a mirarnos hacia adentro, a ser más conscientes de nuestras emociones y relaciones. Sin embargo, llevados al extremo, nos desconectan del mundo.
El ideal de iluminación o sanación total se convierte en una meta inalcanzable que refuerza la sensación de insuficiencia.
Recuerda que TODO CABE, solo hay que hacer espacio. Sanar no significa aislarse, y crecer no implica abandonar lo que disfrutas de la vida, con todos sus matices.
Si resuenas con mi experiencia, comparte un guilty pleasure en los comentarios. Te leo.
Un guilty pleasure que compartimos en pareja: ver videos de BaityBait, un youtuber que habla de videojuegos y nos hace partirnos de risa. Aunque hace años que no jugamos a videojuegos y aunque los temas de los que habla, aunque a veces son profundos, no tienen nada que ver con nuestro día a día ni nuestras preocupaciones habituales (por ejemplo, de vez en cuando habla sobre cómo la industria del videojuego está usando mecánicas tipo casino para enganchar a los jóvenes). Nos divierte y nos resulta interesante y ya está, no le pedimos más. "¿Vemos un Baity?" se ha convertido en un momento de relajación, humor sin complicaciones. Por suerte, no nos sentimos guilty por eso!
Más claro imposible, en éstos momentos venía sintiendo éso también hasta que notaba cuánta carga a la inversa, desde el otro extremo, también cargaba... Lo mío era cada tanto un episodio o dos de alguna serie "no profunda" y que sin embargo ahí mismo también podés encontrarte con enseñanzas sutiles si realmente vas observando! Y sino, pues también termina siendo placentero igual "perderte" un poco por esos lados. Al final, es la paradoja de la vida misma, el balance entre todo ❤️🔥🪽