¿Sabes qué me pasa con el aire? Que a veces lo subestimamos… Porque no se ve, porque no se toca. Pero está en todas partes. Y cuando no está, lo sentimos en el cuerpo: la respiración se corta.
Así era yo al inicio del podcast. Una ráfaga de aire: intuitiva, volátil, cambiante. Me dejaba llevar por mis emociones y mis ideas repentinas. Escuchaba una canción, tenía una conversación o simplemente despertaba con una frase en la cabeza, y decía: “¡Esto es un episodio!”. Y sin más, lo grababa.
Y sí, eso me trajo libertad, autenticidad, frescura. Pero también me di cuenta que tanto aire sin dirección puede terminar en un torbellino arrasador.
Porque todo viento necesita por donde pasar…Las ideas no sólo son para imaginar, sino para aterrizar.
Fue ahí donde me empecé a preguntar: ¿Cómo puedo mantener esa frescura… pero con raíz? ¿Cómo puedo sostener mi creatividad sin asfixiarla… pero tampoco dejando que me revuelque?
Y fue cuando empecé a integrar la estructura como aliada. No como jaula, sino como una especie de ventana. Porque una ventana se abre y se cierra según la ocasión.
Comencé a planear, a organizar ideas, a tomar pausas. A no correr con la emoción del momento, sino a dejarla reposar y preguntarme: “¿Qué quiero compartir? ¿Desde dónde? ¿Para qué?” Me escudaba en el “Hoy no tengo ganas” y es válido. Tus sueños también necesitan cuidado, no un enfrenón inesperado.
El posdcast ha sido agua, fuego y viento, pero también tiene otros elementos. Ha sido, sin duda, mi propio puente, un instrumento. Una danza entre el sentir y el hacer. Entre la inspiración espontánea y la intención consciente. Entre dejarme llevar y sostener.
Cada episodio que nace de esa mezcla, se siente más claro, más alineado.
Y aunque a veces extrañe esa Monse impulsiva que grababa sin pensarlo dos veces, hoy honro a la Monse que sabe que no hay creatividad sin espacio, ni mensaje que llegue si no está bien guiado por el viento adecuado.
Porque el aire no solo es movimiento, es dirección. Porque mi libertad no se perdió, se expandió. Porque mi intuición no se apagó, se potencializó.