Me he detenido porque la vida me dijo a su manera ¡tienes que parar! He tenido que reconocer y aceptar para dejar de buscar.
Poco a poco construyendo una vida en la que pueda vivir muchas. Voy a mi paso con tranquilidad pero con firmeza porque la vida que estoy negociando es la mía y le estoy regalando al miedo mis mejores años, mis mejor días.
Avanzando. Un, dos, tres.
Retrocediendo. Un, dos, tres.
El movimiento me hace sentir los pies.
Izquierda, derecha. Arriba, abajo. Vivo en el presente pero voy seguido al futuro y al pasado. A veces segura, a veces confusa pero nunca paro.
Decidí quitar el disfraz de perfección que le puse al miedo. Una limitante escondida detrás de una "virtud" que lo único que hacía era alimentarme el ego.
Y me pregunto "Oye, ¿y por qué no?" Si todo es temporal: las estaciones, las personas, los proyectos, las emociones. Nada es permanente, ni lo de hoy ni lo de mañana. Tampoco la vida pero sí lo que decidas hacer con ella.
Discusión sobre este post
Sin posts